jueves, 16 de diciembre de 2010

Gran sorteo de una bibicleta


El 8 de febrero de 2011 se cumplirán nueve años de lo que los medios de comunicación llamaron el "asalto" al Rectorado de la Universidad de Sevilla. Un centenar de estudiantes, miembros destacados del movimiento contra la LOU, en aquellos años de movilización masiva contra el gobierno de Aznar y sus políticas antisociales, emprendió una acción de desobediencia civil destinada a bloquear la Junta de Gobierno que, sin negociar con el movimiento, pretendía aplicar la LOU en la Universidad de Sevilla.

Hubo 17 detenciones y 5 expulsiones de la Universidad. Hoy, después de más de 9 años de un duro proceso represivo, 24 personas se enfrentan el 4 de julio de 2011 a un juicio en el que la fiscalía pide un año de cárcel para cada uno/a y bastante más 100.000 euros entre multas, responsabilidad civil y costas judiciales.

El bar LA BICECLETERÍA ha emprendido con el sorteo de una bicicleta una de tantas acciones que se pueden realizar en solidaridad con los/as represaliados/as anti-LOU.


Porque defender la educación pública no es un delito…

¡¡PONGAMOS TODXS UN POCO PARA QUE
UNXS POCXS NO LO TENGAN QUE DAR TODO!!

COMPRA TU PAPELETA Y COLABORA

El nº premiado coincidirá con las 3 últimas cifras del sorteo de la ONCE del 8.02.2011.
De venta en: Bar LA BICECLETERÍA; Bar
La Sirenas; Librería La Fuga; Bar Umbrete


Fiesta de fin de año 2010/11. DIFUNDE

Descarga los flyers y difunde en tu entorno.

viernes, 3 de diciembre de 2010

El macrojuicio contra los estudiantes antilou de Sevilla tendrá lugar después de nueve años

El 8 de febrero de 2011 se cumplirán ocho años de lo que los medios de comunicación llamaron el "asalto" al Rectorado de la Universidad de Sevilla. Un centenar de estudiantes miembros destacados del movimiento contra la LOU, en aquellos años de movilización masiva contra el gobierno de Aznar y sus políticas antisociales, emprendió una acción destinada a bloquear la Junta de Gobierno que pretendía aplicar la LOU en la Universidad de Sevilla sin negociar con el movimiento. Se trataba del final de una etapa que desde principios de aquel curso se había caracterizado por el surgimiento de un movimiento estudiantil que sería calificado como el mayor desde la democracia por la prensa burguesa. Movilizaciones masivas, encierros generalizados, huelgas indefinidas, organización asamblearia y coordinada de cientos de estudiantes en todos los campus. Sin embargo, mientras el movimiento podía emular el de otras épocas, no existían ya fórmulas de apoyo social como para tener asegurada la solidaridad organizada en los momentos de represión policial y judicial que llegarían después.

Hubo detenciones, expulsiones de la Universidad (precisamente de los portavoces del movimiento) y una veintena se enfrenta el 4 de julio de este año, después de 9 años, a un juicio en el que la fiscalía pide un año de cárcel y 150.000 €. Compañeros veteranos del movimiento estudiantil de los ochenta llegaron a apreciar que "esto antes no pasaba".

Pero vayamos al grano. Este breve pretende constituirse en un llamamiento a los movimientos sociales y a las personas que trabajan por un mundo más justo a fijar sus ojos, aunque sea por un instante de sus atareadas, con razón, vidas militantes en este conflicto, en este marrón que nos quedó como una manchita en el recuerdo de unos tiempos que nos parecieron de otra época y que tuvimos la suerte de vivir, a pesar de todo. Éste 8 de febrero tenemos, a pesar de todo, derecho a celebrarlo.

Jornadas contra la represión de los movimientos sociales

lunes, 1 de noviembre de 2010

Contra la represión policial, ni un paso atrás.


El pasado jueves 21 de Octubre, tres semanas después de la Huelga General, la policía detuvo a tres compañeros que participaron en los piquetes informativos en la Universidad organizado por el Sindicato Andaluz de Trabajadores SAT y la organización estudiantil Movimiento de Acción Estudiantil MAE. Además, como supimos posteriormente, existe una lista de otros 18 compañeros que están "en busca y captura". Um compañero del IA de Sevilla se encuentra entre estos 18. Se les acusa de atentado a la autoridad por los sucesos ocurridos aquel día en las puertas del rectorado de la Universidad de Sevilla, donde la policía entró en el recinto universitario sin el permiso del gobierno de la Universidad para cargar contra el piquete.
También sabemos que se están produciendo detenciones a sindicalistas y miembros de movimientos sociales en otros puntos del estado por los mismos motivos y se ha dictado orden de búsqueda y captura contra un gran número de compañeros que participaron en piquetes informativos durante la Huelga General.
Sabemos al mismo tiempo que algunos de los activistas que aparecen en la lista no estaban presentes en el piquete informativo de la Universidad, e incluso alguno se encontraba de viaje, lo que prueba sin duda alguna que su elección busca unos fines puramente represivos: castigar a l@s que luchan y a l@s activistas y organizaciones más combativas frente alas reformas del Gobierno.
Y ante la represión no podemos quedarnos de brazos cruzados, tenemos que responder. En este sentido, desde izquierda anticapitalista secundamos la concentración convocada conjuntamente con otras organizaciones políticas, sociales y sindicales (SAT, UJC, EL, CR, MAE, FEL, IA…) el Miércoles 27 de Octubre a las 13:00 en la puerta del Rectorado de la Universidad de Sevilla. Un acto simbólico que tiene como objetivo fundamental la absolución de los compañeros imputados junto con un posicionamiento claro por parte del rectorado de esta universidad, y que debe servir para comprender la gravedad de unos hechos que no pueden volverse a repetir.
Pero además, entendemos que la mejor respuesta posible ante este tipo de ataque debe seguir siendo el trabajo por vislumbrar las claves de esta reforma laboral, de cómo se vincula con la propuesta Estrategia Universidad 2015 y de continuar llevando la critica dentro y fuera de las aulas sobre el proceso de mercantilización de la educación y lo que esto supone para nuestro futuro. Por ello, pensamos que la represión no debe despistarnos en nuestra lucha por mostrar las contradicciones del sistema capitalista, que es por lo que realmente fuimos y somos reprimidos día a día, ni tampoco debe cesar nuestro intento de transmitir la necesidad una alternativa socio-económica ante la irracionalidad y la brutalidad modelo actual.
Contra la represión policial, contra la manipulación y criminalización mediática, por la absolución de los 18 compañeros imputados, por el principio de autonomía universitaria y PORQUE DEFENDER LA UNIVERSIDAD PÚBLICA Y NUESTRO FUTURO NO ES UN DELITO. 
Este es el relato de uno de los detenidos
Ayer, día 21 de Octubre de 2010, en Sevilla, sufrí  en mis carnes un episodio insólito y humillante, muestra de cómo se las gasta el sistema contra los que creemos que las cosas pueden funcionar de otra manera.
Alrededor de las 12 del mediodía bajé  a la calle a hacer unas compras. Nada más salir del portal, dos individuos vestidos de paisano me abordan, me piden el DNI, me enseñan la placa y me dicen que estoy detenido. Seguidamente me esposan y me meten en un coche.
Me llevan a la comisaría de la Policía Nacional, en Blas Infante. Después de quitarme todas mis pertenencias y hacerme un registro exhaustivo en el que me obligan a desnudarme completamente, ingreso en el calabozo. A esas alturas sólo sabía que me acusaban de atentado contra la autoridad, pero nadie me había dicho por qué hecho concreto.
Después de pasar 4 horas solo en una celda inhumana, sin ventilación y casi sin iluminar, por fin me dejan ver a un abogado de confianza (no el que yo había solicitado) y me informan de que estoy acusado en relación a un piquete informativo que tuvo lugar el día 29 de Septiembre, huelga general, en el Rectorado de la Universidad Hispalense. Al mismo tiempo me entero de que hay otros 2 compañeros detenidos, uno de los cuales es el abogado que yo había pedido para asistirme. En dicho piquete, la policía entró sin permiso en el recinto universitario y cargó contra nosotros mientras informábamos a los trabajadores y estudiantes sobre la huelga. En la carga, varios compañeros y compañeras sufrieron agresiones y un agente recibió un golpe en la nariz. Una persona fue detenida. Nadie de los que allí nos encontrábamos agredió en ningún momento a la policía.
Vuelvo a la celda. A las siete de la tarde me sacan del calabozo y me llevan a los juzgados del Prado de San Sebastián, donde me encuentro con los otros dos detenidos. Me meten en otro calabozo peor, si cabe, que el anterior. Después de una hora más o menos pasamos a declarar ante la jueza. Sobre las 21 horas salimos en libertad provisional sin fianza, a la espera de juicio.
En la puerta de los juzgados, un numeroso grupo de compañeras nos recibe calurosamente, con aplausos y abrazos. Nos informan de que hay otras 15 personas en busca y captura acusadas de lo mismo.
Aunque parezca una historia propia de otras épocas, es real y actual, y me tocó  vivirla en primera persona. Después de sufrir tal represión, sólo nos queda seguir luchando, con más rabia si cabe, contra este monstruo llamado capitalismo, en el que las personas que luchan por mejorar nuestras condiciones de vida son reprimidas brutalmente, mientras los que cada vez hacen este mundo más inhumano campan a sus anchas, enriqueciéndose y llevándonos hacia la barbarie.

domingo, 31 de enero de 2010

El juicio a los estudiantes antilou de Sevilla tendrá lugar después de ocho años

La Red de Apoyo a los Estudiantes prepara actividades para conseguir respaldo social y financiero de cara al juicio.

El 8 de febrero de 2010 se cumplirán ocho años de lo que los medios de comunicación llamaron el "asalto" al Rectorado de la Universidad de Sevilla. Un centenar de estudiantes miembros destacados del movimiento contra la LOU, en aquellos años de movilización masiva contra el gobierno de Aznar y sus políticas antisociales, emprendió una acción destinada a bloquear la Junta de Gobierno que pretendía aplicar la LOU en la Universidad de Sevilla sin negociar con el movimiento.

Se trataba del final de una etapa que desde principios de aquel curso se había caracterizado por el surgimiento de un movimiento estudiantil que sería calificado como el mayor desde la democracia por la prensa burguesa. Movilizaciones masivas, encierros generalizados, huelgas indefinidas, organización asamblearia y coordinada de cientos de estudiantes en todos los campus así como con otras organizaciones asamblearias a nivel andaluz y estatal fueron la dinámica durante casi seis meses. Sin embargo, mientras que el movimiento podía emular el de otras épocas, no existían ya fórmulas de apoyo social como para tener asegurada la solidaridad organizada en los momentos de represión policial y judicial que llegarían después.

Hubo detenciones, expulsiones de la Universidad (precisamente de los portavoces del movimiento) y una veintena se enfrenta este año, después de 8 años, al inicio de la vista oral de un juicio en el que la fiscalía pide un año de cárcel y 150.000 € por daños al patrimonio histórico y desorden público. Compañeros veteranos del movimiento estudiantil de los ochenta llegaron a apreciar que "esto antes no pasaba".

Pero vayamos al grano. Este breve pretende constituirse en un llamamiento a los movimientos sociales y a las personas que trabajan por un mundo más justo a fijar sus ojos, aunque sea por un instante de sus atareadas, con razón, vidas militantes en este conflicto, en este marrón que nos quedó como una manchita en el recuerdo de unos tiempos que nos parecieron de otra época y que tuvimos la suerte de vivir, a pesar de todo. Éste 8 de febrero tenemos, a pesar de todo, derecho a celebrarlo.

KARAOKE SAKAPELAS 2.0
Solidario de los represaliados del movimiento antilou de Sevilla.
VIERNES 5 DE FEBRERO
EN EL CSOA SIN NOMBRE, 48
(San Bernardo-Sevilla)
email: apoyoantilou@gmail.com

martes, 12 de enero de 2010

VÍDEO DEL KARAOKE SAKAPELAS E INVITACIÓN PARA EL SIGUIENTE


Karaoke antilou from mafaddita on Vimeo.

KARAOKE Y CENA ANTIEMPRESA EN BENEFICIO DE LOS REPRESALIAD@S DE LAS LUCHAS CONTRA LA LOU


CONCIERTO SOLIDARIO DE APOYO A LOS MOVIMIENTOS SOCIALES



El pasado 15 de Mayo de 2009 tuvo lugar en los jardines del Valle un concierto cuyo fin era recoger fondos para varios colectivos sociales de la ciudad. Queremos agradecer desde aquí la participación de voluntarios, grupos y asistentes que dieron tod@s un poco para que un@s poc@s no tuvieran que darlo todo.

GRACIAS QUERIDOS HERMANOS SIAMESES

UNA VERSIÓN DE LOS HECHOS

Un artículo que se publicó en varios medios de información alternativos (Rebelión, Kaos, Indymedia) explicando una versión particular de la historia. Releyéndolo hoy día cualquiera se mostraría más optimista con la situación de auge del movimiento estudiantil generada ahora contra la misma ley contra la que peleamos nosotros y contra el llamado Proceso de Bolonia. De nuevo Sísifo en la cresta de la ola.
Manifestación estudiantil Sevilla 12/12/2007

Penas de cárcel y 150 mil euros de multa por las protestas contra la LOU de Sevilla en 2002

Zaura Rodríguez

Hace más de seis años se produjo la detención de un grupo de personas, en su mayoría estudiantes y la expulsión de cinco de ellos de la Universidad de Sevilla. En la actualidad, está próxima la celebración de un juicio en el que hay 24 imputados y en el que la fiscalía pide para ellos cárcel y 150 mil euros de multa. La naturaleza privatizadora de la reforma universitaria planteda por el Gobierno Aznar, que seguía la senda marcada por el llamado Informe Bricall publicado en 2000, ocasionó entonces una amplia respuesta de rechazo dentro y fuera de la universidad.

Los hechos se remontan a 2001. La nueva Ley Orgánica de Universidades (LOU) del Partido Popular está en fase de anteproyecto. Ya el año anterior el llamado Informe Bricall impulsado por la Confederación de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y subvencionado entre otros por El Corte Inglés, Telefónica y el Banco Santander había contribuido a la reconstrucción de parte del movimiento estudiantil en el Estado español como reacción a los nuevos ataques a la Universidad pública que contenía dicho informe.

En la Universidad de Sevilla, en la que los recuerdos de las anteriores luchas estudiantiles se remontaban a veinte años atrás, ocurre el milagro y de una asamblea de una docena de personas contra el Informe Bricall se pasará en pocos meses a un movimiento asambleario, generalizado y absolutamente masivo que fue capaz de parar la rutina lectiva de la Universidad durante aproximadamente tres meses, de llevar a cabo huelgas-encierro de hasta dos semanas seguidas y de reunir un Comité General de Huelga (CGH), órgano donde se coordinaban todos los comités de huelga que se habían conformado en las todas las facultades, de 200 personas con reuniones semanales en las aulas de las facultades ocupadas. Durante estos encierros los estudiantes organizados fuimos capaces no sólo de autogestionar los espacios y la actividad cultural y lectiva de los hasta entonces tristes y funcionales edificios universitarios sino también de construir una estructura de contrapoder que prevaleció a los viejos y podridos órganos de decisión y participación universitarios.

Unos órganos estudiantiles que en su momento fueron la consolidación de las reivindicaciones del movimiento en los 80. Delegaciones de alumnos y representantes de alumnos en Junta de Facultad obligados a ejecutar las decisiones tomadas en asambleas estatutarias y oficiales. Ellos consiguieron que los Estatutos de la Universidad de Sevilla reconociese el derecho a reunirse en asamblea, con corte de clases, espacio y medios para desarrollarlas en cualquier ámbito: clases, facultades y Universidad (Asamblea General), así como a declararse en Asamblea permanente cuando la reivindicación lo mereciera. Con los años, esos derechos plasmados sobre el papel gracias a aquellas luchas se convirtieron en papel mojado: delegaciones que no convocaban asambleas o asambleas muy minoritarias que se convirtieron en una mera excusa para el absentismo más desidioso. Cuando el auge de la movilización nos lo permitió nosotros conseguimos utilizar aquel instrumento para llenarlo de contenido y...de gente, de miles de estudiantes que por primera vez en sus vidas volvían a experimentar aquella vieja inquietud que mueve a la lucha convencida por lo que es justo.

Ingenuos, llegamos a pensar que en aquellos días todo se urdía en nuestras asambleas, entre aquellas paredes que pensamos nuestras. Lo ocupamos casi todo, casi todo pero no el Rectorado. Los rectores, esos híbridos entre políticos profesionales de segunda y grises burócratas, habían desempeñado un importante papel al principio de la lucha. Movidos por intereses corporativos y político partidistas se pronunciaron contrarios al anteproyecto de LOU. El Rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Florencio Lora, llegó a convocar un paro patronal a principios del mes de Noviembre en contra de la propuesta legislativa. Se colocó su ropa más cómoda para encabezar alguna manifestación y poco le faltó para enristrar algún megáfono. Pero ni siquiera la respetable voz de los rectores consiguió para la LOU, eso o más bien se dieron por satisfechos con alguna modificación que no los dejaba en tan mal lugar.

La LOU se aprueba en Diciembre en el Congreso y desde el movimiento se decide pasar a una segunda fase: la desobediencia civil de los claustros universitarios a la Ley. La esperanza: algunas universidades, la de Girona por ejemplo, se declararon en desobediencia. En Sevilla, donde el movimiento seguía fuerte, o eso creíamos los más militantes, decidimos aprovechar las vacaciones navideñas para acampar frente al Ayuntamiento de la ciudad y mantener avivado el fuego de la movilización. Como ejemplo: las recientes acampadas de los obreros de Syntel. Allí trasladamos el cada vez más pequeño espacio que habíamos construido en los encierros. El objetivo: presionar al Rector para que convocara un Claustro extraordinario donde conseguir una declaración desobediente. Después de 49 días de acampada, cuando varios dispositivos de la policía nacional y local nos desalojan a las 4 de la mañana, ellos ya sabían que sólo quedábamos los más comprometidos y que no iban a encontrar demasiada resistencia ni individual ni social.

Dos días después, una reunión que parecía hecha a medida de las circunstancias: una Junta de Gobierno, órgano ejecutivo muy minoritario, que aprobaría la definitiva adaptación de la Universidad a la nueva LOU. Indignados por el desalojo, desesperados por lo que era casi un hecho, los que seguíamos luchando contra la aplicación de aquella Ley decidimos que el Rector no podía abrir y cerrar el grifo de las movilizaciones a su antojo y que si todos habíamos sacrificado cosas en la lucha todos teníamos derecho a participar en la capitulación o en la decisión de si capitular o no, todos...o al menos un órgano más mayoritario y representativo. Pedíamos la convocatoria de una Asamblea de Universidad donde debatir la nueva situación y poder plantear al menos la posibilidad de la desobediencia. Petición en mano nos plantamos en la puerta del Rectorado, donde se convocó la reunión, y nos encontramos con las puertas cerradas, esas puertas nunca están cerradas, y con todo el personal de seguridad de la Universidad impidiéndonos el paso.

Entonces rompimos y traspasamos, no sólo unas puertas muy antiguas, sino también la frontera simbólica y socialmente aceptada que separa la imagen inofensiva que da una trayectoria de acciones simpáticas e imaginativas y que provocaban una sonrisa hasta en nuestros mayores enemigos (habíamos desplegado pancartas desde monumentos simbólicos de la ciudad, habíamos bailado y actuado en la calle, impartido clases en las plazas, habíamos ¡hasta grabado un disco contra la LOU!), de la imagen cien veces condenable de la pura violencia y la sin razón. Todo lo que vino después fue fácilmente asumible y hasta aplaudido no sólo por el ala más reaccionaria de la Universidad y de la sociedad, sino también por los tantos compañeros que se quedaron por el camino cuando no pudieron seguir el ritmo de una vanguardia bien definida y volvieron, poco a poco, sin que a penas nosotros, ingenuos, nos diéramos cuenta, al runrún cotidiano de los exámenes de febrero, al café malo de la facultad y la muerte de espíritu cotidiana de las clases de desidia que volvieron a su sitio en la Universidad, a aquellas aulas que un día, ingenuos, pensamos nuestras.

15 detenidos, 24 imputados y 5, los que habían sido portavoces del CGH, expulsados de la Universidad. Como “irregularidad” destacable cabría mencionar que el Rector aplica para las expulsiones un Reglamento Universitario que data del año 1954. Entre los imputados, un abogado que venía a atender a los detenidos y acabó compartiendo calabozo, un aparcacoches ex-toxicómano que pasó de aparcar en los alrededores de la Universidad a participar de las asambleas y prepararse las pruebas de acceso a la Universidad para mayores de 26 años, un técnico del Ayuntamiento que se nos une durante la Acampada y muchos estudiantes de trayectoria impecable que no se plantearon si quiera la posibilidad de asistir a algún examen aquel 8 de febrero.

Las lecciones fueron muchas pero desgraciadamente no quedó nadie para trasmitirlas a las generaciones nuevas. Nos venció a partes iguales la represión y el cansancio. A las generaciones de nuevos estudiantes les legamos una derrota y una masa crítica bajo mínimos en la Universidad. Esperamos que se anule algún día la condena de Sísifo que tuvo que ocupar todo su tiempo en llevar una roca hasta la cima de una montaña de la que caía irremediablemente por su peso justo antes de tocarla (utilizando el símil de Carlos Sevilla en “Surfeando con Sísifo”) y el movimiento estudiantil que venga pueda mantener sin romperse el hilo histórico no sólo de las luchas sino también de la solidaridad con los que fueron castigados por defender lo justo.

La Red de apoyo a los estudiantes antiLOU de la Universidad de Sevilla están haciendo una campaña de solidaridad que va desde recabar apoyo político, denunciar la represión y por supuesto colectar fondos para “que la lucha no cueste tan cara”. Se puede contactar con ellos en: apoyoantilou@gmail.com

LA HISPALENSE RETIRÓ LA ACUSACIÓN PERO EL PROCESO SIGUE SU CURSO

>Miguel Florencio Lora, ex-Rector de la US

La noticia apareció publicada en marzo de 2007 en El Correo de Andalucía, el Rector de entonces Miguel Florencio Lora declaraba haber retirado la denuncia que la Universidad tenía puesta a los estudiantes.

Se trata de una buena noticia pero hay que precisar que la causa judicial sigue abierta, puesto que el Ministerio Fiscal sigue con sus acciones, sigue pidiendo sumas millonarias y cárcel para los imputados y tampoco podemos olvidar que Miguel Florencio pasará a la historia por haber sido el rector que expulsó de la Universidad a 5 estudiantes con una normativa franquista de 1954, acusados de "falta de providad" (honestidad, decencia, nobleza......). Estos estudiantes han sido privados durante 5 años de su derecho a la educación por el único motivo de ser destacados activistas estudiantiles contra la LOU.

Además los últimos movimientos judiciales parecen rebelar que el juicio se acerca después de más de 6 años de incertidumbre.

LA FISCALÍA PIDE CÁRCEL Y UNA IMPORTANTE SUMA ECONÓMICA POR LA PROTESTA CONTRA LA LOU EN EL RECTORADO EN FEBRERO DE 2002

Hace ya más de 6 años se produjo la detención de un grupo de personas, en su mayoría estudiantes y la expulsión de cinco de ellos de la Universidad de Sevilla. En la actualidad, está próxima la celebración de un juicio en el que hay 24 imputados y en el que la fiscalía pide para ellos cárcel y varios millones de pesetas, como ha aparecido publicado en la prensa.

Cuando se produjo la protesta en el Rectorado el gobierno estaba en manos de la derecha más reaccionaria y las políticas del PP provocaban la respuesta ciudadana desde diversos ámbitos: los sindicatos se movilizaron contra la reforma laboral, los jornaleros contra la supresión del PER, gran parte de la sociedad contra el acercamiento del gobierno a las políticas belicistas de EEUU, que llevarían tiempo después a la muy contestada participación en la ocupación de Irak… y por supuesto, los estudiantes universitarios y de enseñanza secundaria contra la LOU y la Ley de Calidad respectivamente.



A comienzos del curso 2001/02 se tiene conocimiento de la naturaleza privatizadora de la reforma universitaria que plantea el Gobierno Aznar, que seguía la senda marcada por el llamado Informe Bricall publicado en 2000. Se produjo entonces una amplia respuesta de rechazo dentro y fuera de la universidad.



LA LUCHA CONTRA LA LOU EN SEVILLA:
EL COMITÉ GENERAL DE HUELGA


En Sevilla la movilización fue constante durante los primeros meses del curso, asambleas, charlas informativas, encierros, cortes de calles, manifestaciones… eran el día a día de las facultades. Estudiantes, profesores y PAS abarrotaron las manifestaciones del 29 de Octubre, del 7 y el 14 de Noviembre… El Rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Florencio Lora, como otros muchos rectores del resto del Estado, se esforzaban en aparecer como abanderados contra la reforma del PP. Hasta tal punto que Miguel Florencio auspició el paro académico del 7 de Noviembre para colocarse a la cabeza de las movilizaciones.

Los sindicatos y partidos de la oposición, también el PSOE, secundaban los paros y acciones de protesta, los medios de comunicación las alentaban y el propio Zapatero llegó a prometer la derogación de la LOU cuando llegara al gobierno.

El órgano de representación estatutaria del alumnado de la Universidad de Sevilla, el CADUS, fue absolutamente sobrepasado por los acontecimientos y el nivel de reivindicación de las asambleas, que se dotaron entonces de un nuevo modelo de organización y participación: el Comité General de Huelga (CGH).

En unos momentos de máxima movilización, el CADUS no estuvo a la altura de las circunstancias, no podía ser el instrumento de los estudiantes para hacer oír su voz contra la LOU. ¿Cómo iban a ser escuchados si algunos de los delegados que conformaban el CADUS se jactaban de no haber convocado una asamblea de facultad jamás? El CGH, de carácter asambleario se constituyó como el único órgano legítimo de representación de los estudiantes y sus intereses.

La legitimidad del CGH no es un mérito autoproclamado, es una realidad demostrable en el hecho de que instancias universitarias como el propio CADUS, decanos o el mismísimo Rector se dirigían al CGH para la organización de las protestas anti-LOU, o en la constatación de que los medios de comunicación acudían al mismo para recabar información. Pero quizá la mejor prueba de la legitimidad del CGH se produce el 1 de Diciembre, cuando el CADUS fleta autobuses gratuitos para acudir a manifestarse a Madrid y tan sólo consigue completar 7. El CGH organiza a su vez 22 autobuses con el mismo fin y en este caso los estudiantes han de pagar el viaje de su bolsillo. La legitimidad y representatividad del CGH se la dieron los estudiantes, y eso no lo pudo remediar la partida presupuestaria del CADUS.

EL PP APRUEBA LA LOU, PERO NO TODOS ABANDONAN LA LUCHA POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA.
ACAMPADA ANTI-LOU EN LA PLAZA NUEVA


A pesar del clamor popular, el PP aprobó la reforma universitaria valiéndose de su mayoría absoluta. Muchos consideraron entonces que su trabajo había terminado, el PSOE centró su táctica de oposición en otros asuntos. El actual Presidente del Gobierno, Zapatero, olvidó pronto su promesa y no derogó la LOU una vez en el poder.

Pero no todos abandonaron la lucha. La estrategia que algunos grupos adoptaron fue la de reclamar la desobediencia civil de los órganos universitarios a la aplicación de la LOU. La desobediencia civil no era el objetivo en sí mismo sino un medio, una medida de presión para reclamar al gobierno la retirada de la ley. Los claustros de algunas universidades, como la de Girona, llegaron a adoptar esta medida.

En Sevilla, a partir de las asambleas de estudiantes surge una idea que llega al CGH: la organización de una acampada a las puertas del Ayuntamiento para reclamar la convocatoria de una Asamblea de Universidad, que es el órgano competente para que los estudiantes pudieran pronunciarse respecto a la desobediencia a la LOU. Varias asambleas solicitan entonces un informe a los servicios jurídicos de la Universidad sobre las consecuencias que de esta postura pudieran derivarse. A pesar de que este informe no había llegado y de que los estudiantes no habían tenido oportunidad de pronunciarse, el Rectorado se disponía a aplicar la reforma universitaria.



La acampada comenzó el 19 de Diciembre y alcanzó los 49 días de resistencia. El gobierno municipal del PSOE que se decía contrario a la LOU y que había participado junto a los estudiantes en las movilizaciones de los meses precedentes, ordenó el desalojo violento de la acampada en plena noche. La madrugada del 6 de Febrero, cuando estaba próximo el levantamiento voluntario de la acampada, la Policía Nacional y Local arrasó en dos horas con las tiendas de campaña y efectos personales de los estudiantes.



La concentración en repulsa por el desalojo derivó en una asamblea en el patio del Rectorado. De ésta surgió una convocatoria para asistir a la Junta de Gobierno que se iba a celebrar el 8 de Febrero y en cuyo punto séptimo del orden del día se iba a tratar la aplicación de la LOU. Los estudiantes pretendían entregar un escrito solicitando el aplazamiento de la decisión hasta que se celebrase una Asamblea de Universidad que tratase sobre la propuesta de desobediencia a la ley. Las asambleas no habían podido pronunciarse porque estaban a la espera de un informe jurídico que nunca llegaba. El Rector Miguel Florencio había pasado de adalid de las protestas contra la LOU, a funcionario cumplidor dispuesto a aplicar la ley a golpe de Junta de Gobierno.

Los hechos se sucedieron vertiginosamente y así, sin haber transcurrido 48 horas desde el brutal desalojo de la acampada, un centenar de estudiantes se concentraba en el patio del rectorado el viernes 8 de Febrero a las 8.30 h de la mañana. Se puede decir mucho sobre lo acontecido aquel día. Fue una situación que podía haber evitado quien tenía capacidad y medios para ello, el mismo Rector que en su día encabezó las protestas contra la LOU. Los estudiantes allí concentrados no pudieron presentar el escrito en la Junta de Gobierno; unas puertas que siembre están abiertas se nos cerraron aquel día, a pesar de que el rector se había ofrecido como interlocutor personalmente (tal como aparece en el diario El País, 08/02/2002).

REPRESIÓN Y CRIMINALIZACIÓN
DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL


Lo acaecido en el Rectorado de la Universidad de Sevilla el 8 de Febrero tuvo una enorme repercusión mediática, seguida de una campaña de criminalización de dimensiones claramente desproporcionadas que pedía duros castigos para los estudiantes anti-LOU. Las medidas represivas del Rector Miguel Florencio y del Delegado del Gobierno, José Torres Hurtado, se sucedieron de forma inmediata. El lunes 11 de Febrero llegaron cartas a las casas de cinco estudiantes en las que la Universidad de Sevilla comunicaba que se había abierto expediente disciplinario contra ellos y que quedaban suspendidos cautelarmente de sus derechos como estudiantes. El mismo día se inician una serie de detenciones por parte de la Brigada de Información de la Policía Nacional, consecuencia directa de la denuncia interpuesta por el Rector.

A partir de entonces se inician dos procesos, uno administrativo y otro penal. El procedimiento administrativo fue una farsa, un juicio controlado en todo momento por el Rector, que además de tener la última palabra en cuanto a la sanción, designó al instructor del caso: el Catedrático de Derecho Romano y del Estado, Fernando Betancourt, afamado conservador. El reglamento por el que de rigió el proceso data de 1954, de la época franquista y la aplicación del mismo fue absolutamente sesgada para evitar que hubiera posibilidad de defensa, ya que se impidió la presentación de pruebas o testigos a favor de los estudiantes. Betancourt pidió la expulsión a perpetuidad de la Universidad; Miguel Florencio resolvió finalmente la expulsión por 5 años, además de la anulación del curso 2001/02, incluyendo asignaturas ya aprobadas.



En la actualidad 24 personas están imputadas en un juicio que se prevé inminente. Dados los hechos que se imputan, pueden llegar a pedirse y parece que así será, penas de cárcel además de una cuantiosa suma económica. Algunas de las personas imputadas ni siquiera se encontraban en el Rectorado el día de la concentración ante la Junta de Gobierno, lo que dice mucho del rigor del proceso que se sigue.

Las personas que se encuentran inmersas en el proceso penal eran mayoritariamente estudiantes y personas que desde diferentes organizaciones y sensibilidades lucharon en su día contra la LOU. La represión llevada a cabo contra el movimiento anti-LOU sólo se explica si se tiene en cuenta que meses después de aquel 8 de Febrero habría de celebrarse en Sevilla una Cumbre de Ministros de la UE y se aprobarían los nuevos Estatutos de la Universidad de Sevilla, adaptados al marco de la LOU. Con la detención de estudiantes el Delegado del Gobierno creyó estar garantizando una Cumbre sin sobresaltos, para lo cual además movilizó en Sevilla a una cantidad ingente de policía y rodeó el edificio de la Universidad de un muro vergonzoso. La expulsión de cinco estudiantes allanó el camino a la aprobación de los actuales estatutos y el peso de la represión libró a Miguel Florencio de las voces que podrían recordarle que estaba aplicando una ley contra la que al menos en apariencia, se había posicionado.

Actualmente las políticas neoliberales en materia de educación siguen apostando, esta vez bajo el gobierno del PSOE, por una universidad al servicio del mercado y de los intereses de las grandes empresas. La LOU continúa en vigor, la Declaración de Bolonia y el Espacio Europeo de Educación Superior ahondan ahora en los mismos principios de privatización y elitización de la universidad. Defender la educación pública es más necesario que nunca.

Os pedimos vuestro apoyo y solidaridad y os damos las gracias con antelación.

Publicado por Red de Apoyo Estudiantes AntiLOU Sevilla